En balotaje, el 19 de noviembre próximo, los electores argentinos decidirán quién será su presidente por los próximos cuatro años. La disputa es entre el candidato del peronismo Sergio Massa y el candidato del libertarismo ultraderechista, Javier Milei.

Son elecciones importantes para América latina porque Argentina es la tercera economía de la región, después de Brasil y México. Porque el país sudamericano juega un rol clave en la política de integración regional en el Mercosur, la CELAC, entre otras. Además, la derecha en Brasil,  España, Chile y otros países asumen que el giro a la derecha representado por una victoria de Milei, les ayudaría en sus países contra los progresismos ó la izquierda.

Una victoria del candidato “La Libertad Avanza” (LLA) se ve difícil, muy difícil. Los resultados del 22 de octubre contradijeron la victoria de Javier Milei en las  elecciones internas PASO (Primarias abiertas, simultáneas y obligatorias) del 13 de agosto. En ellas los electores estaban obligados a elegir quien representaría cada alianza. También desmintieron los vaticinios de diversas encuestas y análisis que Milei podía ganar en la primera vuelta (CNN) al obtener 45% de los votos o lograr el 40% a 10 puntos de distancia del segundo. Lo cierto es que el 22 de octubre Javier Milei tocó techo: obtuvo 29,98%, apenas 600 mil votos más que en las PASO, donde obtuvo el 30.11%.

El 22 de octubre, se desplomó la candidatura de Patricia Bullrich, de la coalición derechista Juntos por el Cambio (JxC) ministra de seguridad bajo Mauricio Macri (2015-2019). Con 23,82 % de los votos, ella bajó en su votación de las PASO (28,27%) quedando fuera del balotaje.

Ante el fracaso electoral, la coalición Juntos por el Cambio, está al borde de la implosión. Aunque la coalición Juntos por el Cambio seguirá siendo la principal coalición opositora con 10 gobernadores, más de 500 intendentes, 94 diputados y 32 senadores, sale muy dividida. No todos son favorables a la voltereta de Mauricio Macri de apoyar a Milei. Algunos señalan el peligro de una segunda derrota (Página 12) y proponen que el PRO (Propuesta republicana) sea oposición.

En ese marco, la gran sorpresa de las primarias fue el vuelco del electorado en favor del peronista Sergio Massa, candidato de la Unión por la Patria (UP). Una vasta coalición del peronismo, sectores progresistas, social demócratas, socialistas y sindicales, entre otros. Massa había quedado en tercer lugar en las PASO, la peor derrota de la historia del peronismo (ElMundo). El 22 de octubre, Massa obtuvo 36,68%, casi 15%, unos 3 millones de votos más que en agosto. La gran  sorpresa fue que el electorado apoyara mayoritariamente al peronismo, en condiciones del negativo balance del saliente gobierno peronista dirigido por Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK), quienes renunciaron a la reelección. En efecto, Argentina vive una crisis profunda por los efectos de los ajustes exigidos por el Fondo Monetario Internacional, para renegociar la enorme deuda externa contraída por el gobierno de Mauricio Macri. Una crisis agudizada por la pandemia, la sequía, y traducida en una alta inflación interanual cercana al 140% y un aumento de la pobreza al 40% de la población (France24).

¿Hacia una derrota el libertarismo de extrema derecha de Javier Milei?

Es así como en el balotaje del 19 de noviembre se confrontarán dos proyectos muy distintos.

Por un lado, está Javier Milei quien hizo campaña con un proyecto de extrema derecha neoliberal, que promete reducir el Estado, dinamitar el Banco Central, la privatización de empresas públicas, la dolarización y el fin de las indemnizaciones laborales por despido. Propone la desregulación de la tenencia de armas; la militarización de las cárceles (CNN).

La Libertad Avanza, es una coalición ultraconservadora neoliberal  ligada ideológicamente al libertarismo y el individualismo metodológico de la llamada escuela austriaca.  Una doctrina enemiga del Estado y opuesta a los derechos sociales. Milei ha dicho provocadoramente que el Estado es “una invención del maligno”, citando pasajes bíblicos. Se opone a la interrupción voluntaria del embarazo y el matrimonio gay. Prometió terminar con el Mercosur y congelar relaciones con Brasil y China y reforzar las relaciones con Washington. Está de acuerdo con la libre compraventa de órganos humanos. A ello se agrega un estilo provocador: calificó al Papa Francisco de imbécil y de “representante del maligno en la Tierra”.

Además es el adalid del Vox español, del hijo de Bolsonaro, y del ultraderechista chileno José Antonio Kast. Defiende el negacionismo respecto de los años de la cruenta dictadura Argentina y de su vicepresidenta Victoria Villarruel afirma la tesis  negacionista de que no hubo 30 mil desaparecidos y robo de niñas y niños bajo la dictadura de Jorge Rafael Videla.

Luego de la derrota, Milei se tragó el orgullo y pidió el apoyo de Juntos por el Cambio. Es así como para el balotaje, el PRO apoya a Javier Milei. La candidata de JxC, Patricia Bullrich y el derrotado ex presidente Mauricio Macri en 2019, firmaron el pacto, de Acassuso que contendría 10 medidas. Según algunos analistas, Mauricio Macri, tomó el control de la campaña de Milei a cambio de asegurar la fiscalización de la votación.

El acuerdo implica la moderación del discurso de Javier Milei. Lo cierto es que abandonó su discurso anti-casta. Una arista que le valió críticas de su propio campo. Javier Milei afirma que no aceptó condiciones, que conserva su programa de eliminación del Banco Central en otros. Lo cierto es que en aras de superar su techo de apoyo electoral, confirmó lo que señalaba Myriam Bregman, candidata presidencial del Frente de Izquierda y los Trabajadores: no es un “león sino que un gatito mimoso del poder económico”.

¿Hacia una victoria del progresismo peronista de Sergio Massa?

El otro candidato es Sergio Massa quién debiera ganar el balotaje de acuerdo a las encuestas (Analogías, Proyección). Pocas (CB Consultora) anuncian una victoria cerrada para Javier Milei el 19 de noviembre.

En el discurso del 22 de octubre, el peronista Sergio Massa prometió un gobierno de Unidad Nacional, apostó por el reforzamiento del Estado y políticas públicas orientadas por la justicia social. Promete renegociar la deuda externa y terminar con la dependencia Argentina con el Fondo Monetario Internacional reforzada durante el gobierno de Mauricio Macri. Massa se inscribe a favor de la integración y desarrollo latinoamericano.

Sin embargo, un factor clave fue el rechazo a las políticas ultraderechistas defendidas por Javier Milei en el común de los argentinos. Más aún, en las condiciones de crisis que vive Argentina el rol “benefactor” del estado conserva popularidad ante el sálvese quien pueda de Milei. Sergio Massa, ministro de economía desde agosto de 2022 pasado, implementó medidas expansivas, como la devolución del IVA, bono a jubilados, subvención al transporte, eliminación de impuestos para segmentos de asalariados que les ayudan permiten enfrentar la caída del poder adquisitivo por la inflación y explicación sobre la deuda externa y cambios de dólar diferenciados (dólar soja, agro, maíz).

La victoria de Sergio Massa está ligada a la capacidad de regeneración del peronismo en la política Argentina con un candidato que aparece distinto del continuismo kirchnerista. Sergio Massa se caracteriza por su confrontación con el Kirchnerismo. Fue rival contra candidato del Kirchnerismo en 2015. Es así como no sólo consiguió disociarse de los errores del gobierno de Alberto Fernández pese a ser su ministro de economía, sino que logró  unificar el amplio sector peronista y el progresismo y sectores centristas.

Por  lo pronto Sergio Massa, cuenta con el apoyo  de los peronistas regionalistas de Hacemos de Juan Schiaretti, pese a que se declarara neutral. La política del mal menor también existe en sectores importantes de la Unión Cívica Radical (UCR). Igualmente, personalidades de Juntos por el Cambio se disocian públicamente del  apoyo dado por el PRO a Javier Milei. A ello se agrega el apoyo del sindicalismo (CGT) y de las fuerzas tradicionales del peronismo. Massa consiguió canalizar la respuesta a las propuestas reaccionarias de Milei. La amplia victoria del peronista de izquierda Axel Kiciloff como gobernador de la provincia más poblada de Argentina (Buenos Aires) es un contrapunto popular a un eventual gobierno de Massa.

La izquierda argentina asume una actitud pragmática de votar contra Milei y Macri en espera de desarrollar un bloque de sectores populares de acuerdo a Ortiz. Myriam Bregman candidata del FIT, que hizo excelente campaña, llama a votar contra Javier Milei, el “gatito mimoso del poder económico”, con un apoyo indirecto a Massa como mal menor. Y es que el repunte de Massa, el estancamiento de Milei y el desplome de Bullrich, contravienen los proyectos de la derecha  de debilitar los sindicatos, desarticular los movimientos sociales y criminalizar las protestas de acuerdo al profesor de economía  Claudio Katz.