Las raíces históricas del conflicto Estado/Mapuche aclaran el presente. Por un lado, pese a ser una sociedad sin Estado o, quizás por ello, los Mapuche, resistieron eficazmente la colonización. Fueron, según Gabriel Salazar,[i] la única nación indígena que derrotó un imperio.

Es así como, ellos mantuvieron esa autonomía hasta ser derrotados por la pacificación de la Araucanía (1883). La subsiguiente ocupación redujo sus territorios a un mosaico de reducciones. A ello se agregó la violenta usurpación de esas reducciones. Además, las leyes facilitaron la división y enajenación de las tierras. Como resultado, decenas de miles de Mapuche sin tierra se integraron al peonaje o migraron a las ciudades.

Asimismo, los Mapuche resistieron junto a colonos pobres y campesinos contra latifundistas (Ranquil). Muchos esperaron que los juzgados de indios, les devolvieran sus tierras. Otros, ingresaros al gobierno de Ibañez en los años 50. En todos los casos, no consiguieron recuperar sus territorios. Sólo durante el gobierno de Salvador Allende, recuperaron sus tierras, legalmente o mediante corridas de cerco.

Sin embargo, esa primavera terminó abruptamente con la dictadura de Pinochet (1973-1990). Los Mapuche pagaron costos humanos altísimos. Ellos perdieron las tierras recuperadas y, las que conservaron, perdieron su carácter comunal.

Por otro lado, la resistencia contra la dictadura, coincidió con el creciente reconocimiento internacional de los derechos colectivos de los pueblos originarios. Así pues, se favoreció un nuevo despertar indígena en Chile, con la consiguiente narrativa indigenista. Además, ese despertar creció paralelamente a la profundización de la ofensiva neoliberal extractivista de monocultivo forestal en la Araucanía. Contribuyó también, la creciente decepción por las promesas no cumplidas del Acuerdo de Nueva Imperial. Creemos que las raíces históricas del conflicto Estado/Mapuche interpelan las izquierdas y sus propuestas socialistas para el siglo XXI. Veamos estas aseveraciones en detalle.

La Conquista que no Ocurrió

Un millón de Mapuche habitaban entre el Rio Limarí (Ovalle) y la isla grande de Chiloé (Millalén, p. 17).[ii] Los españoles arrasaron o asimilaron los Picunches (Mapuche  del Norte), al norte del río Bío-Bío. Otros sobrevivientes huyeron para evitar el régimen de encomienda (Bengoa, p.23)[iii]. Por su parte, los pueblos Mapuche del Wallmapu y el Willimapu (del río Bío-Bío hasta la isla de Chiloé) resistieron durante 250 años la colonización española. Sólo fueron sometidos con la pacificación de la Araucanía, a fines del siglo XIX.

Recordemos, que el territorio Mapuche se extendía al Puelmapu, la tierra de los Mapuche del este, en lo que es hoy Argentina. Aunque menos numerosos que en Chile, ellos jugaron un rol clave en el comercio Mapuche durante la colonia. Notemos que los Parlamentos (Koyang) con la Corona española incluían esos territorios. Ello explica la coordinación de la pacificación de la  Araucanía, con la Guerra del Desierto del ejército argentino, con los mismos fines de control territorial.

Hoy existe consenso sobre los antecedentes históricos que sustentan la narración alternativa según la cual el conflicto Estado /Mapuche no tiene 500 años (Cayuqueo p. 18).[iv] Fue el Estado chileno, en la segunda mitad del siglo XIX, el que impuso la colonización forzosa del territorio Mapuche. Ahí están las raíces recientes del conflicto Estado/Mapuche actual, que tiene poco más un siglo de acuerdo a la narrativa indigenista actual.

Sin embargo, ello no explica las implicancias del hecho inédito que los Mapuche conservaran su autonomía y la soberanía sobre sus territorios durante toda la colonia. Fuera de apasionar antropólogos, historiadores y cientistas políticos, ella tiene un rol clave que interpela las izquierdas chilenas porque está ligado a la redefinición futura del territorio chileno.

La Colonia Fortaleció la Nación Mapuche

Los estudios de los Parlamentos (tratados) entre los españoles y los butalmapu,[v] muestran que los indígenas fueron capaces de organizarse para derrotar militarmente los españoles.

El Parlamento de Curalaba (1598), con  Oñez de Loyola confirma la derrota de los conquistadores españoles en la Guerra de Arauco. Una situación confirmada en las Paces de Quilín (1641): A cambio de un reconocimiento simbólico; el rey de España confirmaba que los Mapuche ejercían su soberanía y autodeterminación al sur del rio Quilín.

Más aún, el estudio de los 70 parlamentos (Tratados) entre la Corona española y los Mapuche, realizado por Carlos Contreras Painemal,[vi] confirma que la Corona española acepto la soberanía del territorio Mapuche durante toda la colonia. En el último de los parlamentos con los españoles, el de Negrete (1803), confirma que ese estado de cosas en vísperas de la guerra de independencia y la proclamación de la República de Chile. Las crónicas de la época, afirmaban que  la Guerra de la Araucanía costó más vidas españolas, que en todo el continente. Algunos aducen que fue por factores geopolíticos que los españoles prefirieron una guerra larvada. Rechazaron pagar el alto costo de conquistar el Arauco indómito, un territorio sin grandes riquezas, ubicado además, en el confín del mundo.

Ciertamente, esos Parlamentos, no eran más que el frágil reconocimiento de una relación de fuerzas real. Ellos no evitaron tensiones permanentes en la Frontera. Tampoco incursiones militares españolas en territorio Mapuche; ni los malones Mapuche en territorio español.

Los estudios antropológicos confirman que la relación de los Mapuche con los españoles permitió el desarrollo del comercio (ventas de ponchos, de charqui de caballo, entre otros). Los Mapuche agregaron el trigo a sus cultivos (papa, cereales, etc.); la crianza de caballos, entre otros. Hubo transformaciones sociales; el butalmapu se transformo en instancia política regional.

Raíces Históricas Complejas y Polémicas

Fuera de la teoría narrativa que orienta este artículo, hay diversas explicaciones sobre la exitosa autonomía de un pueblo indígena en las Américas hasta 1883. Para algunos, fue la tradicional estructura de lof (familiar) de los ayllarewe, uniones de lof, y particularmente los Butalmapu (instancia política y militar territorial) las que habrían permitido una resistencia exitosa contra los conquistadores.

Fue en esos butalmapu los que firmaron más de 70 parlamentos (Koyang) confirmando la autonomía de facto del territorio Mapuche. Los 25 parlamentos con la República de Chile, hasta 1883 siguieron afirmando la autonomía indígena. En esa perspectiva, Painemal,[vii] insiste en el carácter cultural del conflicto. Propone reconocer nuevamente los parlamentos, como instancia para resolver por el diálogo el conflicto Estado/Mapuche. Esos parlamentos son el espacio donde se desarrolla la política Mapuche, que se traduce en parlamentos o tratados.

Antropólogos como Boccara (1999)[viii] plantean que la etnogénesis de la nación Mapuche se construyó en el contacto con los españoles y que maduró en el siglo XVIII. En la misma línea, Mario Góngora, afirmó que fue el estado de guerra larvado en la Frontera, lo que cristalizó en el Estado Portaliano autoritario del siglo XIX. José Bengoa[ix] (2017), agrega que la identidad de la Nación Mapuche se construyó como un efecto de espejo respecto de la Nación Chilena.

El discurso racista decimonónico tradicional de derecha conservadora chilena hasta hoy. Fue reactivado en los años ochenta por el historiador Sergio Villalobos[x] de la escuela de las relaciones fronterizas. Ella niega la cultura de los pueblos originarios y que hayan hecho guerra más allá de 1655, fueron asimilados. Una tesis criticada, entre otros, por Foerster y Vergara [xi] por asimilacionista y porque invisibiliza las relaciones interétnicas, dando mayor valor a la civilización europea y, negar la supervivencia actual de los pueblos originarios.

Guerra y Ocupación de la Araucanía

El informe de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas (2004)[xii] reconoce que la naciente República pasó rápidamente, de la valoración del coraje del Mapuche ante los españoles, a un discurso racista y de negación (p.346). Recordemos la  carta en que O’Higgins[xiii] reconoce la autonomía Mapuche (1819). El Director Supremo invitaba las tribus australes a construir la nueva Nación chilena.

Ramón Freire reconoció el Bío-Bío como frontera de la Araucanía en el Parlamento de Tapihue (1825). Este tratado, prohibió la instalación de chilenos al sur del Bío-Bío. Pero ese reconocimiento era ambiguo (Millalén, p. 17). El mismo tratado afirma que Chile se extendía desde “el despoblado de Atacama, hasta los últimos límites de la provincia de Chiloé”. (Téllez p. 176).[xiv]

La guerra a muerte (1819-1832) contra realistas españoles terminó siendo contra los Mapuche que respetaron los parlamentos con los españoles, defendiendo sus territorios contra los winkas. Los abajinos, como el Lonko Mariluán, apoyaron los criollos.Andreucci[xv], reseño en 1998, los reiterados intentos de ocupación de la Araucanía: Al  plan Egaña (1823) que prometía tierras hasta el río imperial a soldados, colonos chilenos y “los indios que quisieran optar por la vida civilizada”, siguió el Plan Bulnes (1834), el Plan Varas (1849) y el plan Montt (1851).

El expansionismo propio del Estado Portaliano y la primera crisis del modelo exportador (1857-1861), aceleró la invasión de la Araucanía. Se trataba de transformar esa región salvaje en el granero de Chile. El discurso racista decimonónico del salvaje opuesto al progreso justificó la invasión. El Mercurio llamaba en 1859 a “hacerles sentir la superioridad de la raza blanca” (Pinto p. 16)[xvi]. Después de la pacificación Robustiano Vera (p. 5)[xvii] afirmaba con orgullo en 1905, quitamos “a la barbarie esos campos para entregarlos a la civilización”.

Reducciones, Usurpación, División y Enajenación Territorial

60 años demoró la república independiente de Chile en integrar violentamente el territorio Mapuche. La creación de la provincia de la Araucanía por Manuel Montt (1851-1861) circunscribió el Wallmapu, al territorio entre el Bío-Bío y Valdivia (Calbucura 2013, p. 410).[xviii]  La Guerra de la Araucanía dirigida, entre otros, por el Coronel Cornelio Saavedra duró de 1860 a 1883. No hubo tal Pacificación, fue una guerra de exterminio[xix]. No hubo acuerdo pacífico final en la Patagua del armisticio. Fue una ocupación militar que terminó con la toma de la ciudad de Villarrica el 1 de enero de 1883.[xx]

La Comisión Radicadora de Indígenas creada en 1883, consumó la ocupación radicando los Mapuche en reducciones de carácter comunal y entregándoles “títulos de merced” por el entorno de sus habitaciones tradicionales. Para muchos, fue un subterfugio. La ocupación no agrícola ni extensiva de su territorio por los Mapuche permitió justificar la confiscación legal de sus tierras. Fue así como con una Ley de 1866, el Congreso,[xxi] había declarado baldías, todas las tierras, en las que no se probara posesión efectiva y continuada de un año. Hasta 1929 se subastó, a colonos chilenos y extranjeros, terrenos baldíos liberados y correspondientes al 95% del territorio Mapuche, tanto.

Las reducciones eran un mosaico disperso de 3.078 títulos de merced, por un total de 475.194 hectáreas, esparcidos en el antiguo territorio Mapuche. El sistema de reducciones desarticuló completamente el territorio histórico y las instituciones Mapuche, haciéndoles perder la capacidad de autogobernarse (Marimán 2006, p.123).

En el proceso, fueron radicados 77.751 indígenas,  mientras tanto, unos 33 mil Mapuche perdieron sus tierras y debieron engrosar el peonaje de latifundistas (Curiñir, p. 48).[xxii] Como resultado, en lugar de civilización, la integración del Wallmapu al modo de producción capitalista occidental trajo pobreza y latifundio (Caniuqueo, 2006, p. 161).

Raíces Contemporáneas de un Conflicto Territorial

A la radicación forzada siguió la usurpación, generalmente violenta, de las reducciones (Bengoa 1996, págs. 374-376). En 1929 había más de 1.200 juicios por recuperación de tierras comunales (Nuevo Trato, p.391). Ulteriormente, entre 1927 y 1931, una serie de leyes facilitó la división de las tierras comunales en hijuelas individuales enajenables. Como resultado, se dividieron unas 832 comunidades entre 1931 y 1971 (Observatorio, p. 21).[xxiii] La pérdida de tierras condujo a migraciones masivas: En 1992, el 80% de la población que se reconocía como Mapuche era urbana (J. Aylwin 2002, p. 36).[xxiv]

La resistencia Mapuche fue invisibilizada como ocurrió con el levantamiento mapuche y campesino que terminó en 1934 con la masacre de Ranquíl.[xxv] Fue el decreto de Arturo Alessandri, que entregó tierras de Mapuche y colonos a los latifundistas Puelma y Bunster que provocó ese levantamiento,[xxvi] calificado de República Araucana[xxvii] indígena/ campesina (Téllez).[xxviii]

Otros, como Venancio Coñoepán, ministro de Tierras y Colonización de Ibañez (1952) prefirieron integrarse a gobiernos o al parlamento militando en partidos de derecha (Bengoa, 2011).[xxix] Sin embargo, las demandas de restitución de tierra en los juzgados de indios, no dieron resultado.

En los años sesenta cambió la situación. En 1962, el Congreso Provincial de campesinos e Indígenas de Cautín llamó a movilizarse (Curiñir, p. 53).[xxx] Bajo el gobierno de Eduardo Frei (1964-1970) y de Salvador Allende (1970-1973) los Mapuche recurrieron a tomas de fundos[xxxi] y corridas de cercos contra latifundistas.

Durante el gobierno de Allende, obtuvieron restitución de 68 mil hectáreas; participaron en la experiencia del emblemático Complejo Maderero de Panguipulli.[xxxii] Embarcaron en el socialismo a la chilena y en el Movimiento campesino revolucionario (MCR) y el. Sin ser indigenista, el gobierno de Allende, (Albizú 2014),[xxxiii] fue el primero en abandonar el tradicional objetivo de asimilar los Mapuche a la civilización (Ruiz, 2016).[xxxiv]

Ofensiva Neoliberal en el Wallmapu

El Golpe se adelantó en territorio Mapuche. La dictadura ejerció una sangrienta represión, agudizada por el racismo tradicional del ejército hacia los pueblos originarios (Camacho, p.7, 2004).[xxxv] En 2016, el Informe final del Trabajo de investigación de ejecutados y desaparecidos, 1973-1990, pertenecientes a la nación mapuche, contaba centenares de detenidos desaparecidos, asesinados, torturados y encarcelados (Curiñir, 2016, p.62). Muchos de ellos por hechos vinculados a la tenencia de la tierra.

La contrarreforma agraria de Pinochet devolvió a empresarios latifundistas miles de hectáreas, recuperadas por los Mapuche. El decreto 701[xxxvi] incentiva hasta hoy el monocultivo forestal y la destrucción del bosque nativo en las regiones 8ª y 9ª.  Una ofensiva neoliberal extractiva que destruye las especies nativas y su hábitat (Samaniego, Ruiz, p. 179, 2015).[xxxvii]

En ataque frontal contra las comunidades Mapuche, Pinochet eliminó la Ley Indígena de Allende: El decreto 2.568 (1979)[xxxviii] transformó las comunidades Mapuche en propiedades individuales con títulos de dominio. Ello aumentó la vulnerabilidad de los Mapuche. Se vieron obligados a confrontar individualmente un mercado hostil controlado por los winkas. También perdieron su identidad legal como indígenas. Esa ley disminuyó las reducciones a unas 665 en los años 80. Entre 1979 y 1988 se dividieron 2.918 títulos de merced, creándose 73.444 hijuelas (Nouaille, p. 138).[xxxix] Aumentó además, la usurpación de tierras con las llamadas medidas ligeras de las empresas forestales y los proyectos como el de la central hidroeléctrica Ralco.[xl]

Además, para controlar los Mapuche, la dictadura creó en 1977 el Consejo Regional Mapuche, dependiente de la Intendencia de la XIX región. En oposición, se crearon los Centros Culturales Mapuche (Informe Nuevo Trato p. 52). Apoyados por la Iglesia católica, los Centros jugaron un rol en la supervivencia Mapuche durante la dictadura (Espinoza).[xli] Una cuestión que fortaleció sus reivindicaciones culturales y el discurso indigenista.

Promesas Incumplidas de la Transición

Es así como organizaciones Mapuche que lucharon contra dictadura pinochetista apoyaron la concertación en el plebiscito de 1988. Organizaciones Mapuche como AdMapu, Nehuen-Mapu, Lautaro-Ñi-Ayllarehue, Centros culturales Mapuche,  entre otros, en conjunto con organizaciones  Aymará,[xlii] Rapa-Nui y Atacameño, concluyeron el Pacto de Nueva Imperial[xliii], con la Concertación de Partidos por la Democracia (1989).[xliv] Unos 400 líderes indígenas participaron en ese encuentro que debía dictar una nueva etapa de relaciones entre el Estado y las naciones originarias.

Los gobiernos concertacionistas no cumplieron las promesas del Pacto de Nueva Imperial (Pairicán, 2011).[xlv] La Ley indígena (19.253) y la creación de la CONADI, no cambiaron significativamente la situación. No amainó la ofensiva de las forestales. La Comisión de Verdad Histórica y de Nuevo Trato, no provocó cambios en la política Estatal hacia los pueblos originarios. Su Informe (2004) no reconoció la responsabilidad institucional en el despojo de tierras indígenas. El Congreso demoró 18 años en ratificar el Convenio 169 de la OIT y aún no lo aplica de manera satisfactoria (Rodríguez, 2018).[xlvi]

Fue en junio de 2017, que la presidenta Michelle Bachelet pidió perdónal pueblo Mapuche por los errores y horrores que ha cometido el Estado”.[xlvii] Bachelet prometió medidas de reparación que no se concretizaron.

Por otro lado, pese a  11 intentos, la Constitución sigue desconociendo los pueblos originarios y el carácter plurinacional de Chile.[xlviii] Además, se trata de intentos limitados a la esfera cultural. Predomina el llamado multiculturalismo neoliberal.

En 2013 [xlix] Piñera había prometido el reconocimiento constitucional. Lo reiteró en 2018, al margen del Plan Araucanía. Lo cierto es que privilegia el apoyo a las forestales y la militariza la represión contra los Mapuche.[l] Sigue dominando el que la Nación Chilena una e indivisible y, su corolario: racismo estructural[li] y discriminación de los pueblos originarios en su tierra.

Las Izquierdas y el Modelo Neoliberal Extractivista

El despertar[lii] Mapuche de los años noventa aparece como una respuesta a las injusticias de siglos y la narrativa indigenista que afirma que la colonización del Wallmapu fue hecha por la República de Chile y no por los españoles.

El discurso discriminatorio de los pueblos originarios sirve la continuidad de la ofensiva extractivista neoliberal en la Araucanía: Justifica que el Estado privilegie los intereses de las empresas forestales; es coherente con el multiculturalismo neoliberal que promete políticas asistencialistas y reduce el reconocimiento de los pueblos originarios a aspectos culturales.

También justifica desde el gobierno de Ricardo Lagos (2001) que se aplique la Ley 18.314 sobre conductas terroristas. Una política que le valió sanciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos al Gobierno de Chile porque las reivindicaciones territoriales y de autodeterminación Mapuche son legítimas.

En lugar de la espiral de violencia estatal del gobierno de Sebastián Piñera, que llevó al inaceptable asesinato de Camilo Catrillanca, el reconocimiento, de una buena vez, de normas de derecho internacional, sería la solución: respeto de normas de consulta del Convenio 169 de la OIT, reconocimiento constitucional de los pueblos originarios y del carácter plurinacional de Chile.

El conflicto Estado/Mapuche plantea un desafío de coherencia a las izquierdas chilenas. Por un lado, el despertar Mapuche, se inscribe en el creciente reconocimiento internacional de los derechos de los pueblos indígenas[liii] de Chile. Por otro lado, el conflicto Estado/Mapuche desvela la crisis del modelo de desarrollo neoliberal por sus secuelas de destrucción del medio ambiente y profundización de las desigualdades y la discriminación y violencia estructural.

La crisis del modelo extractivista exportador forestal neoliberal en el sur de Chile, hace que cualquier propuesta posneoliberal de desarrollo, de las izquierdas chilenas, coincide con las reivindicaciones del pueblo Mapuche. Es lo que veremos en la próxima parte.

NOTAS BIBLIOGRÁFICAS


[i] 2016. Newenmapu / Gabriel Salazar.Chile / Mapuche. Gabriel Salazar. El único pueblo indígena en el mundo que derrotó un imperio. Kaos en la red. Video, consultado en línea, en marzo de 2019 en URL: https://kaosenlared.net/chile-mapuche-gabriel-salazar-el-unico-pueblo-indigena-en-el-mundo-que-derroto-un-imperio-video/

[ii] 2006. Pablo Marimán / Sergio Canuqueo / José Millalén / Rodrigo Levil. ¡Escucha, Winka…¡ Cuatro ensayos de Historia nacional Mapuche y un epílogo sobre el futuro. (2006) LOM Ediciones. 278 páginas. Consultado en diciembre 2018 en: https://www.academia.edu/14418801/Escucha_Winka

[iii] 2017. Citado en nota 12 p. 23. Por José Bengoa Cabello. La formación del Estado chileno y los Mapuche(s) o los Mapuche(s) y la formación del Estado nacional en Chile. Revista Anales, Séptima serie #13, 2017. pp. 19-38. Consultada en línea el 20 de marzo del 2019. https://revistas.uchile.cl/index.php/ANUC/article/view/48994/51468

[iv] 2017. Pedro Cayuqueo, Historia Secreta Mapuche. Editorial Catalonia. 372 p. Primeras páginas consultadas en línea en marzo de 2019 en: http://static.cl1.fidelizador.com/cataloni/Primeras_p%C3%A1ginas_Historia_secreta_mapuche.pdf

[v] Se denominó butalmapu o fütalmapu (del mapudungun: «gran territorio»); a cada una de las cuatro grandes confederaciones con que se organizaba el pueblo mapuche en caso de guerra. Consultado en línea en marzo de 2019 en: http://www.esacademic.com/dic.nsf/eswiki/195186

[vi] 2010. Carlos Contreras Painemal. “Los Tratados celebrados por los Mapuche con la Corona

Española, la República de Chile y la República de Argentina”. Tesis de doctorado. Consultado en línea, en marzo de 2019 en: https://www.archivochile.com/carril_c/cc2013/cc_2013_00009.pdf

[vii] 2014. Paula Correa entrevista Carlos Contreras Painemal: “la solución al problema mapuche es un cambio cultural”. El académico afirmó que la sociedad mapuche no se constituye en un Estado, es decir, no crea una pirámide de dominación. Es un pueblo originario diferente a sociedades estatales como fueron los incas, los aztecas o los mayas. Diario U de Chile. Consultado en línea en marzo de 2019 en: https://radio.uchile.cl/2014/10/11/carlos-contreras-painemal-la-solucion-al-problema-mapuche-es-un-cambio-cultural/ 

[viii] 1999. Guillaume Boccara. Etnogénesis Mapuche: Resistencia y Restructuración Entre Los Indígenas del Centro-Sur de Chile (Siglos XVI-XVIII). The Hispanic American Historical Review, Vol. 79, No. 3 (Aug., 1999), pp. 425-461. Consultado en línea, en marzo de 2019 en URL: http://www.estudiosindigenas.cl/documentos/Boccara/hahr1999.pdf

[ix] 2017. José Bengoa Cabello. La formación del Estado chileno y los Mapuche(s) o los Mapuche(s) y la formación del Estado nacional en Chile. Revista Anales, Séptima serie #13, 2017. pp. 19-38. Consultada en línea el 20 de marzo del 2019. https://revistas.uchile.cl/index.php/ANUC/article/view/48994/51468

[x] 1983. Sergio Villalobos, Carlos Aldunate, Horado Zapater, Luz María Méndez, Carlos Bascuñán. Relaciones Fronterizas en la Araucanía. Ediciones Universidad Católica de Chile. Santiago, 1982. No está disponible en línea. Ver la recensión del libro en línea en: http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/135012/Relaciones-fronterizas-en-la-Araucan%C3%ADa.pdf?sequence=1&isAllowed=y . También para la posición de esta corriente, ver la entrevista de Sergio Villalobos en diciembre de 2018: https://www.youtube.com/watch?v=O5Bh59AAsP4

[xi] 1996. Rolf Foerster G. y Jorge Iván Vergara. ¿Relaciones interétnicas o relaciones fronterizas? Revista de Historia Indígena, Nº1, 1996, departamento de Ciencias Históricas, Universidad de Chile, pp. 9-33. https://fr.scribd.com/document/294593038/Relaciones-Interetnicas-o-Relaciones-Fronterizas-Foerster-y-Vergara

[xii] 2004. Gobierno de Chile. Política de Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas. Derechos Indígenas, Desarrollo con Identidad y Diversidad Cultural. Gobierno de Chile. 16 de abril de 2004. 48 p. Consultado en diciembre 2018 en: https://bibliotecadigital.indh.cl/bitstream/handle/123456789/268/nuevo-trato-indigena.pdf?sequence=1

[xiii] 2014. El Mostrador. La carta en que Bernardo O’Higgins reconoce la Independencia de la Nación Mapuche. El Mostrador 20 agosto, 2014. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2014/08/20/la-carta-en-que-bernardo-ohiggins-reconoce-la-independencia-de-la-nacion-mapuche/

[xiv] 2011. Eduardo Téllez Lúgaro, Osvaldo Silva G. Alain Carrier, Valeska Rojas C. El Tratado de Tapihue entre ciertos linajes mapuches y el gobierno de Chile (1825). Cuadernos de Historia #35. Departamento de ciencias históricas. Universidad de Chile, Diciembre de 2011. pp. 169 – 190. Consultado en diciembre de 2018 en línea en URL: https://scielo.conicyt.cl/pdf/cuadhist/n35/art07.pdf

[xv] 1998. Rodrigo Andreucci Aguilera. La incorporación de las tierras de Arauco al Estado de Chile y la posición jusnaturalista de la revista católica. Universidad Católica de Valparaíso. Consultado en marzo 2019: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-54551998000200002

[xvi] 2003. Jorge Pinto Rodríguez. La formación del Estado y la Nación, y el pueblo mapuche. De la inclusión a la exclusión. (2003). DIBAM, 319 páginas. Consultado en diciembre 2018 en: http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0027516.pdf

[xvii] 1905. Robustiano Vera. La pacificación de Arauco. 1852 a 1883. Imprenta el Debate, Santiago de Chile, 1905. 109 páginas. Consultado en diciembre 2018 en: http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-9598.html

[xviii] 2013. Jorge Calbucura, « La decolonización del saber y el ser mapuche: un caso de estudio al celebrarse el bicentenario de la construcción de la República de Chile », Polis [En línea], 35 | 2013, Publicado el 30 septiembre 2013, consultado el 01 abril 2019. URL : http://journals.openedition.org/polis/9133

[xix] 1996. José Bengoa. Historia del Pueblo Mapuche (Siglo XIX y XX).  Ediciones Sur, 5a edición 1996. 426 pp. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://creandopueblo.files.wordpress.com/2011/08/bengoa-historiapueblomapuche.pdf 

[xx] 2015. Arauco Chihuailaf, «El Estado chileno y la región de la Frontera a fines del siglo XIX», Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM [En línea], 28 | 2014, Publicado el 18 enero 2015, consultado el 16 marzo 2019 en: http://journals.openedition.org/alhim/5108

[xxi] 1866. Congreso Nacional. Ley de Fundación de poblaciones en el territorio de los indíjenas.  Biblioteca del Congreso nacional de Chile. Consultado en línea, en marzo de 2019 en URL: https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1045956

[xxii] 2016. Hernan Curiñir Lincoqueo. Informe Final trabajo de investigación, de ejecutados y desaparecidos, 1973-1990, pertenecientes a la Nación Mapuche. INDH, AIDMapuche, Unión Europea, CINPRODH. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: http://www.mapuche.info/wps_pdf/curinir_et_all_2016.pdf 

[xxiii] 2015. Observatorio ciudadano – IWGIA. José Aylwin. Hernando Silva. Los impactos de las empresas en los derechos humanos del pueblo Mapuche en Chile.  IWGIA. Página 21.  Consultado en diciembre 2018 en: https://www.iwgia.org/images/publications//0735_Empresas-y-derechos-humanos-en-territorio-mapuche-Chile-FINAL.pdf

[xxiv] 2002. José Aylwin. El acceso de los indígenas a la tierra en los ordenamientos jurídicos de América Latina: un estudio de casos. Volumen I. Serie Desarrollo productivo. CEPAL. Consultado en diciembre 2018 en: https://digitallibrary.un.org/record/478832/files/%5BE_%5DLC_L.1767-P-ES.pdf

[xxv] 2014. Felipe Portales. Primeros detenidos desaparecidos en Chile: La masacre de Ranquil (1934). Piensa Chile. tu ventana libre. Consultado en marzo de 2019 en URL: http://piensachile.com/2014/12/primeros-detenidos-desaparecidos-en-chile-la-masacre-de-ranquil/

[xxvi] 2003. Leiva, Sebastián. El partido comunista de chile y el levantamiento de Ranquil. Cyberhumanitatis. Consultado en marzo de 2019 en el URL: https://web.uchile.cl/vignette/cyberhumanitatis/CDA/texto_simple2/0,1255,SCID%253D6781%2526ISID%253D374,00.html

[xxvii] 2003. Olga Uliánova. Levantamiento Campesino de Lonquimay y la Internacional Comunista. CEP, Estudios públicos, 89. Consultado en línea en marzo de 2019 en el URL: https://www.cepchile.cl/cep/site/artic/20160304/asocfile/20160304093101/rev89_ulianova.pdf 

[xxviii] 2001. Eduardo Téllez Lúgaro et Al. El levantamiento del Alto Biobío y el Soviet y la República Araucana de 1934. Consultado en diciembre 2018 en URL: https://anales.uchile.cl/index.php/ANUC/article/view/2530/2447

[xxix] 2011. José Bengoa. Los Mapuches: historia, cultura y conflicto. Cahiers d’Amérique latine # 68, pp. 89-107.  Consultado el 28 febrero 2019 en URL: https://journals.openedition.org/cal/118  

[xxx] 2016. Hernan Curiñir Lincoqueo. Informe Final trabajo de investigación, de ejecutados y desaparecidos, 1973-1990, pertenecientes a la Nación Mapuche. INDH, AIDMapuche, Unión Europea, CINPRODH. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: http://www.mapuche.info/wps_pdf/curinir_et_all_2016.pdf

[xxxi] 2015. Jesús Ángel Redondo. Las tomas de fundos en la provincia de Cautín (Chile), 1967-1973.  Cuadernos de historia (Santiago) no.42 Santiago jun. 2015. Consultado en línea en marzo de 2019 en el URL: http://dx.doi.org/10.4067/S0719-12432015000100006

[xxxii] 2016. José Barrena Ruiz, Maité Hernando Arrese, Fernanda Rojas. Antecedentes históricos sobre el Complejo Forestal y Maderero Panguipulli, provincia de Valdivia, Centro-sur de Chile. Bosque (Valdivia).  vol.37 no.3 Valdivia  2016. Consultado en enero de 2019 en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-92002016000300004   http://dx.doi.org/10.4067/S0717-92002016000300004

[xxxiii] 2014. Francisco Albizú Labbé, «El indigenismo de la Unidad Popular (Chile 1970-1973). Estado y Nación entre reformismo y realidad», Amérique Latine. Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM [En línea], 28 |2014, Publicado el 05 diciembre 2014. Consultado en línea el 4 marzo 2019 en el URL: http://journals.openedition.org/alhim/5116

[xxxiv] 2016. Carlos Ruiz Rodríguez. El pueblo mapuche, el gobierno de Salvador Allende y la Unidad Popular. El Ciudadano. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.elciudadano.cl/justicia/el-pueblo-mapuche-el-gobierno-de-salvador-allende-y-la-unidad-popular345/06/28/

[xxxv]  2004. Fernando Camacho Padilla. Historia reciente del pueblo mapuche (1970-2003). Presencia y protagonismo en la vida política de Chile. Universidad Autónoma de Madrid. Pensamiento crítico. #4. Noviembre de 2004. 23 p. Consultado en marzo de 2019 en línea en el URL: http://du.diva-portal.org/smash/record.jsf?pid=diva2%3A520467&dswid=-4056

[xxxvi] 2015. Francisco Marín. Decreto Ley 701: Un nefasto subsidio forestal. El Ciudadano. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.elciudadano.cl/medio-ambiente/decreto-ley-701-un-nefasto-subsidio-forestal/07/26/

[xxxvii] 2015. Augusto Samaniego y Carlos Ruíz. Pueblo Mapuche y neoliberalismo. p. 179-209. En Democracia versus neoliberalismo. 25 años de neoliberalismo en Chile. Instituto de Ciencias Alejandro Lipchutz (ICAL). Consultado en marzo de 2019 en línea en URL: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20160427114240/democracia.pdf

[xxxviii] 1990. Elizabeth Parmelee. Decreto Ley 2568. Sus efectos e Implicancias. Centro de documentación Mapuche. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: http://www.mapuche.info/mapuint/parm1.htm

[xxxix] 2013. Thierry Nouaille. L’indépendance du Chili : les conséquences sur le peuple mapuche (1810-2010). América. Cahiers du CRICCAL # 42  pp. 131-143. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.persee.fr/doc/ameri_0982-9237_2013_num_42_1_1958

[xl] 2013. Claudia Urquieta. La deuda del Estado y Endesa con los pehuenches de Ralco. El Mostrador. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2013/12/30/la-deuda-del-estado-y-endesa-con-los-pehuenches-de-ralco/

[xli] 2013. Claudio Espinoza Araya y Magaly Mella Abalos. Dictadura militar y movimiento mapuche en Chile. Pacarina del Sur. Consultada en marzo de 2019 en línea en URL: http://www.pacarinadelsur.com/callers/45-dossiers/dossier-9/815-dictadura-militar-y-movimiento-mapuche-en-chile

[xlii] 2006. René Patricio Aguilera Barraza. Evaluación del Acuerdo de Nueva Imperial y su Impacto desde la Percepción de la Dirigencia Aymará. Revista de Antropología Iberoamericana, Ed. Electrónica. Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.aibr.org/antropologia/01v02/articulos/010206.pdf

[xliii] 1989. Fundación Aylwin. Acuerdo Nueva Imperial. 1 de diciembre de 1989. Fundación Aylwin. Consultado en línea en diciembre 2018 en: http://fundacionaylwin.cl/wp-content/uploads/2018/06/2.-Acuerdo-NuevaImperial_1dic1989.pdf

[xliv] 2008. Fernando Klein. Los movimientos de resistencia indígena. El caso mapuche. Gazeta de Antropología. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: http://www.ugr.es/~pwlac/G24_04Fernando_Klein.html

[xlv] 2011. Fernado Pairicán – Rolando Álvarez. La Nueva Guerra de Arauco: La Coordinadora Arauco Malleco en el Chile de la Concertación de Partidos por la Democracia (1997-2009). Revista http://www.izquierdas.cl, 10, agosto 2011, pp. 66-84. Consultado el 28 febrero 2019 en: https://www.comunidadhistoriamapuche.cl/wp-content/uploads/2016/06/Pairican-Fernando-La-Nueva-guerra-de-arauco.pdf

[xlvi] 2017. Jorge Pinto Rodríguez. ¿Un Estado en Deuda con el Pueblo Mapuche? Del Pacto de Nueva Imperial en 1989 a la Comisión Asesora Presidencial de 2016. Revista anales Séptima serie. Nº 13. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://anales.uchile.cl/index.php/ANUC/article/view/48996/51470

[xlvii] 2017. Chile: la presidenta Bachelet pide perdón al pueblo Mapuche. Nodal. 23 junio, 2017. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.nodal.am/2017/06/chile-la-presidenta-bachelet-pide-perdon-al-pueblo-mapuche/

[xlviii] 2018. Camilo Pinto. De Aylwin a Piñera: El historial de la incumplida promesa del reconocimiento constitucional al pueblo mapuche. El Desconcierto. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.eldesconcierto.cl/new/2018/09/24/de-aylwin-a-pinera-el-historial-de-la-incumplida-promesa-del-reconocimiento-constitucional-al-pueblo-mapuche/

[xlix] 2013. Infobae. Piñera exige reconocimiento constitucional de mapuches. El presidente chileno pidió «máxima prioridad». Propuso la creación de un consejo de pueblos originarios. Reconoció «un retraso inexcusable» en La Araucanía y Biobío. Infobae. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.infobae.com/2013/01/21/1065229-pinera-exige-reconocimiento-constitucional-mapuches/

[l] 2018. Claudia Soto. Acuerdo por La Araucanía: Piñera anuncia reforma constitucional para dar reconocimiento a pueblos originarios. La Tercera. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.latercera.com/politica/noticia/acuerdo-la-paz-la-araucania-pinera-anuncia-reforma-constitucional-reconocer-pueblos-originarios/328684/

[li] 2018. Carlos Montes. Discriminación a los mapuches: estudio dice que 70% de la población los encuentra poco atractivos y 33% no votaría por ellos. Qué Pasa. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/discriminacion-los-mapuches-estudio-dice-70-la-poblacion-los-encuentra-poco-atractivos-33-no-votaria/413041/

[lii] 2008. Fernando Klein. Los movimientos de resistencia indígena. El caso mapuche. Gazeta de Antropología. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: http://www.ugr.es/~pwlac/G24_04Fernando_Klein.html

[liii] 2010. Mapuexpress. Tratado de Tapihue: El reconocimiento de la independencia de la Nación Mapuche. Consultado en línea en marzo de 2019 en URL: https://www.mapuche-nation.org/espanol/html/nacion_m/historia/historia-06.htm